martes, 6 de marzo de 2012

Iniciación en Aromaterapia


Los aromas tienen poderes terapéuticos directos, ya que suelen transmitir una agradable sensación de alivio, e indirectos, ya que los estímulos olfativos permanecen en el sistema límbico sin ser tamizado por la corteza cerebral, al igual que sucede con otros estímulos sensoriales.

Puede decirse que los aromas, bien sean de aceites esenciales, perfumes, etc., pueden llegar directamente al corazón e inciden sobre la creatividad, la intuición y las emociones.

Para la Aromaterapia suelen utilizarse aceites esenciales, ya que estos contienen toda la pureza de sus componentes. El mejor modo para elegir una esencia consiste en dejarse llevar por la intuición y el olfato. Los perfumes pueden provocar estados de ánimo muy diversos y una misma esencia no tiene por qué ser válida para dos personas, ya que cada persona tiene su olor propio.

Para preparar una esencia personal necesitaras varias de ellas, la primera será la base y la utilizaremos siempre como tal. La esencia que elijamos como base tiene que ir en consonancia con nosotros. El resto de ellas irán en función de las necesidades específicas que tengamos en ese momento. Al principio es recomendable no mezclar más de tres esencias por terapia.

Para empezar una sesión de aromaterapia básica necesitaremos un quemador de esencias o bien un humificador en que disolveremos nuestra mezcla.

La forma de mezclar nuestras esencias es, un 60% de la esencia base y un 20% de las otras dos que hayamos elegido. Las dejaremos reposar en el cuenco quemador durante al menos media hora y pasado ese tiempo echaremos tres gotas de alcohol, una gota por esencia, encenderemos la vela o mecha del quemador y apagaremos las luces intentando dejar la mente en blanco y centrarnos solo en el aroma que nos envuelve.

Si lo haces con un humificador el sistema es el mismo, mezcla las esencias en una taza o cuenco nunca de plástico ni de metal, deja reposar la mezcla media hora y añade las tres gotas de alcohol, una vez lo tengas puedes añadirlo al agua del humificador. El humificador es una técnica muy práctica para los niños, puedes ponerlo en su habitación mientras juegan o bien encenderlo a la hora de dormir, que es cuando el cerebro está más relajado.

Optes por la opción que optes, para ti o para los de tu entorno, veras como con solo tres o cuatro sesiones de aromaterapia empezáis a notar sus beneficios.

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