La tradición más aceptada es que San Valentín fue un sacerdote cristiano que se dedicó a casar a los soldados que no habían formalizado las relaciones con sus parejas. El emperador Claudio II prohibió estos matrimonios castrenses y, como el bueno de San Valentín se mantuvo en sus trece, al final Claudio se cansó y ordenó que lo ejecutaran el 14 de Febrero del 270. Se cuenta además que el día anterior a su ejecución escribió una carta de amor a su esposa (por aquel entonces el celibato no se imponía a sacerdotes ni obispos).
Esta leyenda de San Valentín corresponde a una realidad. Y es que realidad en los legionarios romanos tenía prohibido contraer matrimonio hasta que no se licenciara tras veinte años de servicio. Esto tenía como consecuencia que en este siglo III de sedentarismo, se propiciase el concubinato, e inevitablemente a la sombra de los campamentos se instalaba una población civil en la que estaban, las mujeres y los hijos de muchos legionarios.
San Valentín, pues, no debió ser ejecutado por cuestiones religiosas sino por desacato a la autoridad del bueno de Claudio II, que debió cansarse de que no le hicieran ni caso y se lo tomo a la tremenda (seguramente para compensar algún extraño complejo, típico de los romanos, ej.: Edipo o Electra) y opto al igual que la reina de corazones, por esa famosa orden de “que le corten la cabeza”.
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La costumbre de presentar a San Valentín como patrón de los enamorados arraigó sobre todo en Francia e Inglaterra; países donde abundaban campamentos fronterizos con germanos y pictos (escoceses).
Curiosamente los griegos celebraban el 15 de febrero como día conmemorativo del dios Eros (que no era el dios del amor romántico, precisamente…)
También dicen que en Inglaterra se celebraba una reunión social anual llamada “Fiesta de los Valentinus” donde se elegía a una pareja para los juegos campestres que se celebraban durante el día, curiosamente muchas de esas parejas de juegos acababan siéndolo ante los ojos de dios, y es que en esos siglos de represión, ver el tobillo de una mujer podía provocar en un hombre la locura del matrimonio con tal de ver algo más de piel (¿Sería el equivalente a “Las Vegas” actual?).
Y ya para acercarme a la ultima teoría acerca del origen de San Valentín, hay quien habla de su procedencia nórdica coincidiendo con la época de apareamiento, aunque bien es cierto que los celtas celebraban a principios de febrero la fiesta de Imbolc (fiesta de la cosecha) esta tradición podría haberse convertido mas en carnaval que no en San Valentín.
Aunque claro cómo no, en esta época actual de consumismo, los grandes almacenes aprovechan para poner a la venta todo tipo de artículos de índole romántico y así en pleno mes de Febrero (que por ser más corto da menos beneficios) hacer su Agosto.
